jueves, 30 de diciembre de 2010

Con algo habra que empezar...

Empezando esta experiencia se me antoja interesante acudir a un articulo relevante  para comenzar con una buena primera entrada, a modo de abrir el apetito, tanto mio como de aquel que pudiera estar leyendo...

"A pesar de la omnipresente vigencia del modelo corporal deportivo, manifestado en prácticas de rendimiento cuyo fundamento corporal es el esfuerzo sistemático, los cambios socioculturales y los nuevos gustos de la población han dado paso, al filo del cambio del siglo del deporte, a nuevos conceptos corporales (con sus respectivas prácticas).
Entre ellos nos interesan aquellos modelos que reinterpretan el cuerpo no como un medio para lograr una meta, sino como un fin en si mismos y, en particular, el modelo corporal y las prácticas correspondientes que encajen en los gustos y hábitos posmodernos de los sectores más dinámicos de la población, ávidos de experimentar nuevas emociones.
El cuerpo acrobático es quizá uno de los más sugerentes.
El cuerpo acrobático trata de inversiones corporales, de percepciones y sensaciones, de equilibrios y desequilibrios, de acrobacias y reequilibrios. Acrobacias, según el Diccionario Paidotribo de la Actividad Física y el Deporte, son: "Contorsiones y ejercitaciones que implican a la totalidad del cuerpo y que requieren que en algún instante éste se suspenda en el aire total o parcialmente"; o sea, se refiere a las acciones motrices conscientes que provocan la pérdida momentánea de las condiciones estables del individuo y por tanto una modificación de las referencias perceptivas. Con
la observación y valoración de este tipo de prácticas se perciben los siguientes mensajes: invirtamos por un momento nuestro cuerpo, agitémoslo, sintamos la sensación de la pérdida de equilibrio, juguemos con la inseguridad controlada, dejémonos llevar por el vértigo corporal, exploremos las diferentes trayectorias del centro de gravedad ...
El cuerpo acrobático promueve una motricidad alternativa, cuyo fin consiste en descubrir nuevas posibilidades corporales cimentadas en la inversión. Su aplicación es múltiple, ayuda principalmente al autoconocimiento corporal del individuo y, consecuentemente, al ajuste corporal en situaciones nuevas, aunque las posibilidades son muy variadas: el ámbito escolar de la educación física, el ámbito del deporte de rendimiento o el ámbito recreativo en el tiempo de
ocio activo.
(...)
Los equilibrios y las acrobacias en el fondo constituyen una retroprogresión (feliz término acuñado por el filósofo Salvador Paniker), es decir, una vuelta a los orígenes, a nuestros antepasados homínidos, que vitalmente mediatizados por una motricidad de carácter acrobático cimentada en la trepa, en la suspensión yen la coordinación óculo-manual con sistemáticas inversiones de su centro de gravedad, descubrieron otras formas de motricidad fundamentada en la posición erecta, el bipedismo y un nuevo equilibrio. Y, conjuntamente, un avance hacia delante del hombre de finales
del segundo milenio de nuestra era, que solicita nuevas sensaciones y experiencias corporales que trastoquen momentáneamente el sacrosanto equilibrio vital en el momento histórico de mayor seguridad personal.
Las prácticas acrobáticas han sido desarrolladas a lo largo de la historia por multitud de pueblos y, en concreto, por colectivos
especializados; tenían fines lúdicos y, en ocasiones, fines espectaculares con ánimo lucrativo. Entre estos últimos, recordamos los contorsionistas de la Antigüedad que actuaban en plazas y mercados públicos para obtener el reconocimiento del público y dinero o especias para subsistir. Los saltimbanquis y juglares que distraían en las fiestas medievales a los
grandes señores y a su corte con saltos espectaculares y acrobacias sin límite, de ellos se decía que poseían un cuerpo endemoniado.
Los acróbatas musulmanes verdaderos pioneros en la construcción de torres humanas que efectuaban exhibiciones periódicas por los pueblos. Los especialistas que acudían a las fiestas de las ciudades y pueblos con números sorprendentes que entusiasmaban al público utilizando el primer y único instrumento del hombre: su propio cuerpo. Después, en el siglo XIX, en pleno proceso de industrialización y urbanización de la sociedad surgirían los circos, yen sus espectáculos
itinerantes se desarrollaron de manera extraordinaria las acrobacias y los equilibrios difíciles.
También es conocido el rico acervo cultural de los distintos pueblos de la humanidad que a lo largo de su trayectoria histórica han desarrollado prácticas lúdico-festivas en torno a las acrobacias y equilibrios: danzas culturales, suspensiones invertidas desde alturas considerables, saltos acrobáticos al agua, hábiles saltos para superar obstáculos, luchas acrobáticas, concursos hípicos con arriesgadas habilidades, paseos aéreos en cometas o diversos juegos basados en
las piruetas corporales. El bagaje lúdico-cultural en relación a estas actividades de la población es notable y así nos consta a partir de la literatura histórica, los cuentos, los relatos, las pinturas, las cerámicas o las representaciones festivas y religiosas que han perdurado.
En la actualidad, los equilibrios complejos y las acrobacias se han popularizado y están al alcance de toda la población; constituyen una oferta interesante para grandes sectores de la misma que desean probar la interacción equilibrio-desequilibrio-reequilibrio. Hoy su ejecución es posible para todo aquél que quiera someterse a su influjo maléfico.
Hemos pasado de la admiración hacia los especialistas de estas prácticas en lugares específicos: circos, gimnasios, foros festivos o exhibiciones públicas, al deseo individual de realización de estas experiencias. También hemos recuperado parte de nuestro rico bagaje lúdico-festivo en torno a estas actividades; nos hemos reencontrado con ellas através de nuevas prácticas de indudable corte posmoderno." Olivera Betrán,J. "Del sentimiento acrobático de la vida (del cuerpo)"Apunts. Nº55. http://articulos.revista-apunts.com/56/es/056_003-004_es.pdf